
Como todos los años, en Semana Santa aprovecho mis días libres para volver a casa y entre gazpachos manchegos, carne de la tierra, tambores y cornetas, sacar mi cámara y buscar de qué manera puedo contar mejor lo que ocurre en esos días.
Este año por consecuencias del tiempo sólo he podido ver dos procesiones: la del Viernes Santo (que se adelantó y se hizo por la tarde) y la del Domingo de Resurrección, que como suele ser habitual hizo una muy fría pero soleada mañana. Me alegra decir que este año ha venido mucha gente de fuera del pueblo a pasar estos días en mi pueblo, por lo que el trabajo de todos los que participan en las procesiones ha tenido su compensación pese al mal tiempo y el frío.
Con ánimo de contar una historia diferente, he buscado otros puntos de vista, nuevas perspectivas, e ir más allá de lo que se suele ver cuando uno ve una procesión de pie en la acera. Como decía Robert Capa " Si tus fotos no son realmente buenas es que no te has acercado lo suficiente " (pincha aquí si quieres saber más).
¡Espero que os guste el resultado de este año! Y como siempre, si me habéis visto por ahí y creéis que habéis podido salir en alguna foto que aquí no muestro, podéis contactar conmigo.
Y también, podéis compartir este post en vuestras redes sociales:
Escribir comentario