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Un verano diferente

Probablemente, los planes de verano que teníamos en mente a principios de año han tenido que cambiar, y para la mayoría este ha sido un verano muy diferente a otros. Si embargo, seguro que todos o casi todo hemos sacado momentos que recordar.

 

En mi caso, y después de pasar más de cuatro meses sin ver a la familia ni a mis amigos, los días que he podido sacar de vacaciones he decidido pasarlos en el pueblo, disfrutando de la casa, la familia, de la comida y de las charlas con amigos. Nada de playa, nada de escapadas, todo cerca y disfrutando de los tesoros que tengo en casa. Una noche viendo las estrellas, un día de piscina, largas tardes leyendo o echando la siesta en el fresquito que caracteriza a las casas manchegas (es lo mejor en verano), y también echando una mano en el negocio familiar, que de eso no me libro nunca.

 

Una cosa que hacemos casi todos los veranos y por suerte este hemos podido hacerlo también, fue ir una noche al campo a ver las Perseidas o las Lágrimas de San Lorenzo, cámara y trípode en mano, y sacar también un par de fotos del cielo nocturno mientras cazamos con la mirada la lluvia de estrellas. Este año además fuimos en la noche de máximo apogeo, ¡y fue un auténtico espectáculo! vimos muchísimos meteoros surcando el cielo como bolas de fuego. 

 

No hace falta recorrer medio mundo para disfrutar de un cielo increíble, sólo con alejarnos de las luces de las ciudades podemos disfrutar de auténticas maravillas, y me siento afortunada de tenerlas tan cerca de casa.

 

¡Por cierto! He aprovechado también para participar en los LensCulture Journeys 2020, con una selección de archivo de los últimos viajes que he hecho en veranos pasados, si quieres apoyar mi propuesta puedes hacer click en este enlace . 

 

¿Y vosotros? habéis podido hacer un viaje a algún lugar exótico? ¿o habéis decidido pasar vuestras vacaciones cerca de casa? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

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